jueves, septiembre 28, 2006

Destino ...

Eran las cuatro y media de la madrugada de una fría mañana de junio frente a la Terminal de Buses.

En una época de huelgas y paros, con piqueteros por todas partes, me había tocado embarcar a mi madre a esa hora de la mañana de vuelta a Tres Arroyos. Apoyado contra la pared y viendo el vapor de mi aliento, esperaba que pase un taxi, un bus, o lo que sea. No lejos de ahí, se escuchaban los últimos estertores de las cumbias que sonaban en los diferentes Bares-Alojamientos, pegados unos a otros y todos frente a la Terminal, vaya lugarcito.

Al cabo de cinco minutos de fantasear con mi cama, cafe con leche y un baño, un taxi paró a metros de mí, del que salió un tipo mal encarado con un sacón pesado y zapatos de charol. Rodeando al taxi, abrió la puerta trasera y de un tirón sacó a una chica que dando de bruces con la acera se quejó y no pude distinguir lo que dijo ella o le que dijo él.

Dejándola sola se metió a uno de los bares, mientras ella se sentaba en la vereda y lloraba desconsoladamente, luego se paró, miró hacia mí y luego hacia la Terminal, tan ausente y yo tan consciente de esa ausencia que no reparé en que el único taxi que vería en horas había partido.

El pelo aunque obviamente teñido resaltaba un castaño claro, como una muestra que detrás de ese maquillaje se albergaba un ser hermoso.

Casi instintivamente me aproximé - muy sorprendido de mi actitud -.
Ella se habia puesto de cuclillas y gemía tonalidades que adivinaban una voz dulce. Me puse delante de ella e inclinándome pude ver unos enormes ojos celestes que se encontraron con mi mirada. Los ojos se me llenaron de lágrimas mientras ella se limpió la nariz un tanto confundida con el dorso de la blusa; le tomé las manecitas heladas estrechandolas con las mías, sonreí y le dije:

- No llores por favor porque me lastima, como puede ser que la belleza que resplandece en tus ojos sean opacados por la tristeza –

Me miró sorprendida y bajó la mirada, como buscando palabras en el mar de confusión que pasaba por esa cabecita … sentía que debía protegerla, sentía que el destino me había puesto en ese punto, en ese momento, en esa situación para un propósito definido … encontrarla y que ella me encuentre a mí.

Emocionado le dije.

- Ven, ya no sufrirás más, levántate -

La tome de los codos y la hice incorporarse, la agarre la mano y jalándola hacia mí la estreché con la más profunda ternura que corazón alguno pueda haber sentido jamás y ella dijo:

- Pero quien putas te crees cabronazo … Saúl !!!, Richard !!! … este hijo de puta quiere violarme, carajo … Saúuuuuuuul !!!!

De la nada sentí una patada en la espalda, no terminé de caer al suelo cuando otra me llegó de lleno en la cara y para cuando me acostumbraba al frío suelo llegó otra en el estómago…

- Si quieres culearte a esta vieja, es adentro y pagando, pendejo de …

lunes, septiembre 04, 2006

Las cosas claras ...


- ¿Cómo que colgar, carajo, que te pasa?
… no voy a dejar … a ver, ya … déjame hablar carajo … no voy a dejar que la viejuca se quede en mi casa, por que sí señora, porque es mi casa y te vas a la mismísima mierda si piensas que voy a dejar que se quede un minuto siquiera la arpía esa.

… ¿Queeé? dejarme, tu, a mi … pero por favor, ya no mas, aprovecha que tu mamá sale de mi casa para acompañarla y no regreses más … que carajo venirme con boludeses a mi …

Así que más vale que no este ahí para cuando yo llegue, que si no, a patadas, me oyes a patadas las echo a las dos … -

- Carajo Gomes, que cabrón, ídolo … que nervios para tratar a tu mujer por teléfono.

- … bueno en realidad, a ver espera …-

- Aloooóó … amorcito ya llegó mami … -