sábado, febrero 04, 2006

Lo mejor que me ha pasado


Que es lo mejor que te ha pasado en la vida ... eso es lo que le preguntaba Lidita a la otra recepcionista, una boludez. Ociosas de mierda ... pero que es realmente lo mejor que me ha pasado en la vida, y ahí no más se materializa ... Dasha Layevska ...

Puoohhhhhhh!!!!

La reconocí en la Terminal cuando compró el boleto para la Capital, estaba ella delante de dos viejucas, así que yo, al llegar a la ventanilla, sabía exactamente que sitio quería... el tipo de los boletos me mostró los lugares disponibles, el muy envidioso trataba de no mostrarme “el lugar”, pero no importaba sabía el nombre de la fulanita ya que ésta era la que salió en los cartelones de propaganda de Cuba-Libre ... y ahí no más ...
- ésta por favor - .


Pese a que respiraba mal y temblaba todo, se me ocurrió iniciar la charla, hecho el imbécil ... – frio, no - ... me dio cuerda ...

Dieciocho años, gringa de padres rusos, de intercambio que iba a la Capital a arreglar el despelote que se armó por haber salido en los cartelones de la propaganda, no precisamente como la “Madre Teresa”, no obstante sostenía vehementemente que el 100% del dinero logrado lo había donado a las “Aldeas del Padre Pio”, puedo certificar aquello eso y que además está mejor que la Madre Teresa.

El trayecto duraba toda la noche, así que platicamos gran parte del mismo convencida ella de mi sensibilidad y carisma, y yo más convencido de que la fulana estaba un Ferrari.

Llegamos de madrugada y tomamos el mismo taxi, le pedí el teléfono de la casa donde se hospedaría y le dije que la llamaría ... eso hice al medio día sentado en la tasa del baño por el estado de nervios que tenía ...
Salimos a cenar al “Atracadero” un boliche nuevo, bonito y discreto ... vino rosado, un pollo con la típica salsa de alguna tontería (sinónimo de caro) ... el postre, una blusa blanca con adornitos étnicos ... de gasa transparente, sííí ... sentados más tarde en mi Toyota Cellica 83, con dos latas de cuba-libre, como no podía ser de otra manera ... rozando mis dedos con sus cabellos, mis ojos en sus ojos, más bien en sus pezones, aspirando el fuego de su perfume me acerque a su cuello... mmmhhhh, el mejor día de mi vida ... si, ... pa-pa-pa ... apenas mesecitos tenía y papá decía, ese fue el mejor día de mi vida.