lunes, febrero 06, 2006

La tolerancia el principio de todo


A ver carajo tranquilos ... los Arroyeños son 12, sin contar que además están con los palos de sus banderas y están bebiendo antes que nosotros ... no les jodan.

Ya se Bolaños lo que dijo de tu mamá, pero qué jodes, los tipos son barras bravas, y no te vas estar parando a querer recibir cocos, verdad?

No, Gómez, como vas a decir, eso ... Ehhh ... no, no señores, calmados yo se que han venido a ver el partido y miren falta menos de una hora, no vamos a hacer quilombo ahora ... por favor disculpen a mi amigo, no, el no es de acá y no sabe como son las cosas ... je, je, je – no, no me molesta para nada – hijo de que ... oye, no sean jodidos ... paz, hermano.

Bueno carajo, me importa madre que todavía tengamos una botella llena, todos seco con lo que queda del vaso y nos vamos a otra parte, porque Uds. son una bola de cojudos intolerantes, mierda estamos por encima de las babosadas de estos provincianos y Uds. quieren pelearse ... vamos ...

Oigan por favor ... , ya no estamos yendo, así que tranquilos seamos civilizados, nosotros solo queríamos tomar un par de tragos y Uds. ver su partido de fútbol ... así que calmaditos ... si, si, Tres Arroyos es la ciudad más linda, si todos somos una bola de putos maricones en esta ciudad ... - Vamos Gómez, ponte el saco y no les hagas caso, salgamos muchachos ... ¿A ver, repite eso compadre ... equipucho de mierda, cual ...?

... una vez más queridos radioescuchas de “Notas del Deporte”, la vergüenza a la que nos tienen acostumbrados los malos hinchas se hizo presente cuando barras bravas enfrentaron a hinchas del equipo visitante en un cafetín cercano al Estadio Nacional, produciendo un escándalo con destrozos de proporciones ... y teniendo como resultado además, que tres de los inadaptados más radicales terminen en la Clínica Almodóvar con serias lesiones en el cuerpo ... Lo peor y para vergüenza nuestra, el pleito fue iniciado por fanáticos locales que solo muestran intolerancia y pobreza de espíritu cuando paisanos del interior visitan nuestra ciudad con el único y sano afán de ver un evento deportivo.